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¿En qué consiste la financiación de la lucha contra el terrorismo?

La financiación del terrorismo implica solicitar, recaudar o suministrar fondos con el fin de apoyar organizaciones o actos terroristas. Los fondos pueden provenir de fuentes tanto legales como ilícitas. En concreto, de acuerdo con el Convenio Internacional para la Represión de la Financiación del Terrorismo, comete un delito de financiación del terrorismo «quien por el medio que fuere, directa o indirectamente, ilícita y deliberadamente, provea o recolecte fondos con la intención de que se utilicen, o a sabiendas de que serán utilizados, en todo o en parte, para cometer» una de las actividades recogidas y entendidas como terrorismo en el propio Convenio.

Por tanto, el objetivo principal de las entidades o individuos involucrados en la financiación del terrorismo no es necesariamente ocultar de dónde viene el dinero, sino ocultar tanto la financiación en sí misma como la naturaleza de la actividad financiada.

¿Qué es la lucha contra la financiación del terrorismo (LFT)?

El término hace referencia a todas las políticas y normas legislativas que obligan a las instituciones financieras a supervisar de forma proactiva a sus clientes para prevenir la financiación del terrorismo.

La Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo (A/RES/60/288) es un gran ejemplo de LFT: es un instrumento global único para mejorar los esfuerzos para hacer frente al terrorismo a nivel nacional, regional e internacional. Tras adoptarse por consenso en 2006, todos los Estados Miembros de las Naciones Unidas acordaron por primera vez un enfoque operacional y estratégico en común para luchar contra el terrorismo.

La estrategia transmite el claro mensaje de que el terrorismo es inaceptable en todas sus formas y manifestaciones. Asimismo, resuelve tomar medidas prácticas para prevenirlo y combatirlo a nivel individual y colectivo, que incluyen gran variedad de acciones, desde fortalecer la capacidad estatal para responder a las amenazas terroristas, hasta una mejor coordinación de las actividades contraterroristas del sistema de las Naciones Unidas.

La Estrategia Global de las Naciones Unidas contra el Terrorismo consta de cuatro pilares:

  • Abordar las condiciones que propician la propagación del terrorismo;
  • Medidas para prevenir y combatir el terrorismo;
  • Medidas destinadas a mejorar la capacidad que tienen los Estados para prevenir el terrorismo y luchar contra él, así como para fortalecer el papel del sistema de las Naciones Unidas al respecto;
  • Medidas para asegurar el respeto de los derechos humanos de todas las personas y el estado de derecho como base fundamental en la lucha contra el terrorismo.