¿Cuáles son los principales riesgos de los ETF?
Entre los principales riesgos asociados a la negociación de ETF se encuentran:
- Riesgo de mercado: los ETF están sujetos al riesgo de mercado, que es el riesgo de que el valor del ETF pueda fluctuar debido a cambios en el mercado o en los valores subyacentes mantenidos dentro del fondo. Este riesgo es inherente a todas las inversiones y no puede eliminarse.
- Riesgo de crédito: los ETF que invierten en bonos u otros valores de renta fija están sujetos al riesgo de crédito, que es el riesgo de que el emisor del valor incumpla sus obligaciones de deuda. Este riesgo puede ser mayor para los ETF que mantienen un gran número de bonos con calificaciones crediticias más bajas.
- Riesgo de tipos de interés: los ETF que invierten en bonos u otros valores de renta fija también están sujetos al riesgo de tipo de interés, que es el riesgo de que los cambios en los tipos de interés puedan afectar al valor de los valores dentro del fondo. Cuando los tipos de interés suben, el valor de los títulos de renta fija puede bajar, lo que podría repercutir negativamente en el valor del ETF.
- Riesgo de liquidez: los ETF pueden ser menos líquidos que las acciones individuales, lo que significa que pueden ser más difíciles de comprar o vender en grandes cantidades. Esto puede ser especialmente cierto en el caso de los ETF que siguen mercados más oscuros o especializados.
- Riesgo de gestión: los ETF que son gestionados activamente por un gestor de fondos pueden estar sujetos al riesgo de gestión, que es el riesgo de que las decisiones de inversión del gestor del fondo no sean acertadas y puedan dar lugar a menores rendimientos para el ETF.
- Riesgo de error de seguimiento: pueden existir diferencias entre la rentabilidad del ETF y la del índice subyacente o de referencia. Este error de seguimiento puede afectar a la capacidad del ETF para seguir con precisión la rentabilidad del índice de referencia.
Además, al comprar acciones de una empresa extranjera, los inversores deben tener en cuenta el riesgo político, el riesgo económico, el riesgo jurídico y las posibles fluctuaciones del tipo de cambio.
Aunque los ETF suelen ofrecer un mayor nivel de diversificación que las acciones individuales, la diversificación no asegura un beneficio y no protege contra las pérdidas en mercados a la baja. El hecho de que el ETF replique con éxito el índice de referencia no garantiza los beneficios e incluso puede dar lugar a pérdidas en caso de que el propio índice de referencia obtenga peores resultados. Ten también en cuenta que la rentabilidad pasada no es garantía de rentabilidades futuras.
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